Tarot 

El Tarot desde sus inicios ha sido mal interpretado se le ha encasillado como una práctica ligada al oscurantismo, lo prohibido, a algo totalmente tabú, se cree que sólo las personas carentes de espíritu y razón creen en el., sin embargo, esto esta lejos de ser así, por muchísimo tiempo el Tarot ha servido de orientación y guía a numerosos personajes históricos. En la misma Biblia José interpretaba los sueños del faraón Egipcio, don otorgado por el mismo Dios.

El Tarot es el vehículo mediante el cual se trasmiten los deseos, anhelos, sueños, inquietudes y preocupaciones de quien consulta, siendo el Tarotista el receptor de toda aquella energía que no lo deja indiferente, ocurre un cambio, la percepción se agudiza quedando plasmado en las barajas, y en cada carta que queda al descubierto, en definitiva el universo responde, y el Tarotista interpreta y comunica. 

La vida cotidiana va a un ritmo acelerado queda poco tiempo para pensar en cada evento que vivimos,  a veces los dejamos pasar sin darle mayor importancia, dejando temas pendientes que se acumulan y van afectando nuestros estados emocionales. Es así cuando se manifiesta la angustia, la pena inexplicable, las crisis, que ocurren tanto en nuestro fuero interno como en nuestras relaciones con los otros, quedamos en un estado de duda de no saber por donde comenzar, a que darle prioridad, el Tarot nos ayuda a despejar lo que nos tiene en ese estado ambivalente tan desagradable.

Mediante la lectura de Tarot queremos entregar una orientación, no la solución a sus problemas, pero si ser una guía, priorizando siempre el libre albedrío de cada individuo porque nada es determinante, todo esta en proceso de cambio, ayudar a quienes nos consultan a empoderarse de su vida y de esta manera lograr el equilibrio emocional y psíquico que tanto necesitan.